Por parte de la Comunidad de Madrid ha habido vocación de pacto con todos los agentes que intervienen, empresas, empresarios, ciudadanos, organizaciones e instituciones
Qué las dificultades para acceder a una vivienda, en propiedad o en alquiler, constituye la principal preocupación para los ciudadanos es bien sabido, especialmente en las grandes ciudades, donde la oferta resulta insuficiente para satisfacer la demanda, lo que inevitablemente tira de los precios al alza. Pero sí, además, se introduce una normativa intervencionista, como la ley de vivienda aprobada dos días antes del 23J, con fines electoralistas y destinada a complacer las exigencias de los partidos que apoyan al gobierno, el desastre está asegurado. Y eso, precisamente, es lo que ha ocurrido, como muchos veníamos advirtiendo: el intervencionismo en materia de vivienda conduce al fracaso y consigue unos efectos contrarios a los que supuestamente persigue. Así se ha puesto de manifiesto en aquellos lugares en que se han puesto en práctica medidas similares.
La Comunidad de Madrid, que ya venía implementando diversas medidas para paliar las dificultades existentes para acceder a una vivienda, ha dado hoy un paso más, de forma decidida, presentando un plan ambicioso con un enfoque integral, que incluye desde rebajas fiscales, para incentivar la compra y el alquiler, hasta modificaciones legales para garantizar la seguridad jurídica, pasando por cambios en el urbanismo de la región para hacerlo más flexible, ágil y sencillo, en definitiva buscando incentivar en lugar de penalizar, que es la única forma de atraer inversión, generar actividad económica y riqueza, crear empleo…
El plan se enmarca dentro del Pacto Regional por la Vivienda y su finalidad principal es incrementar la oferta de vivienda, y hacerlo con rapidez, comenzando por poner suelo finalista a disposición de los promotores, y por agilizar la tramitación urbanística de aquellos suelos que aún están en desarrollo, sin olvidar que su precio debe resultar asequible para asegurar una rentabilidad razonable. Hay que aplaudir las iniciativas dirigidas a las poblaciones de menos de 20.000 habitantes, con frecuencia olvidadas, y luego nos quejamos de que se están despoblando, hay que crear en ellas polos de atracción, económica y social, para que no se marchen los que ya viven allí y además se instalen en ellas empresas y empresarios.
Especialmente importante resulta el compromiso de la Comunidad de Madrid para impulsar la industrialización en el proceso constructivo, creando un “hub” que concentre a un buen número de empresas que combinen inversión con tecnología, pensemos en un Silicon Valley a la madrileña, que atraería capital y talento, tan necesarios ambos para el desarrollo de la región.
Pero, por encima de todo, si yo tuviera que destacar algo, sería la vocación de pactar con todos los agentes que intervienen, empresas, empresarios, ciudadanos, organizaciones e instituciones, por parte de la Comunidad de Madrid, dejando de lado el sectarismo ideológico, el intervencionismo y las penalizaciones, apostando decididamente por el diálogo y la negociación, creando incentivos, en definitiva, propiciando un clima favorable y estable, dotado de seguridad jurídica, en un marco de libertad, tan necesario en la situación actual.
Julián Salcedo. Presidente del Foro de Economistas Inmobiliario