Jornada-Webinar: “El sector hotelero post Covid-19. En busca de su sostenibilidad”

Hasta la aparición de la pandemia, España era uno de los principales destinos turísticos del mundo, el segundo por número de visitantes, con más de 83 millones de turistas recibidos en 2019, y una contribución al PIB superior al 14%, ocupando a 2,8 millones de personas. En línea con tan destacada posición, se encuentran el número de establecimientos hoteleros, cerca de 15.000, con más de 1,5 millones de camas.

En su vertiente inmobiliaria, la inversión en hoteles superó los 2.500 millones de euros en 2019, significativamente por debajo de su récord histórico, alcanzado en 2018, con 4.810 millones de euros. Las expectativas al inicio de 2020 no eran las mejores: la economía española estaba en franca desaceleración, al igual que el sector inmobiliario. Tampoco ayudaban las decisiones de algunas administraciones, autonómicas y locales, poniendo trabas urbanísticas que dificultaban el desarrollo de nuevos hoteles, e incluso la renovación de los existentes, reclamada por todos los actores para adecuar la oferta a las nuevas modalidades de demanda de los viajeros, entre ellas el gran impulso de las viviendas turísticas.

Pero, con lo que nadie contaba era con la aparición imprevista de un virus letal, la Covid19, que ha trastornado nuestro modo de vida, obligándonos a confinarnos, impidiendo la movilidad no solo entre países, sino incluso dentro de una pequeña área dentro de las ciudades. La paralización del transporte aéreo, el cierre de los centros de trabajo y de los lugares de ocio, hostelería, etc., tan apreciados por quienes nos visitaban ha conseguido que también echasen el cierre los hoteles y no sabemos por cuanto tiempo.

En este escenario, todo el sector hotelero se encuentra en crisis: de ocupación, de rentabilidad, de inversión, … Aunque el gobierno asegura haber puesto a disposición del sector turístico ayudas por importe de 25.000 millones de euros, las quejas son que no han llegado todavía, pero que en cualquier caso serán insuficientes, pues calculan que las pérdidas oscilarán entre los 80.000 y los 100.000 millones de euros, sin saber aún cuando se podrá volver a una cierta normalidad.

Una de las principales cadenas hoteleras españolas, con presencia nacional e internacional, acaba de declarar que tiene cerrados el 62% de sus hoteles y al 74% de la plantilla en ERTE. El valor de mercado de los hoteles se ha desplomado y su recuperación no se ve cercana, lo que posiblemente llevará al cierre definitivo de muchos de ellos y a aceptar ofertas a la baja, en un mercado de transacciones prácticamente cerrado y a la espera de oportunidades.

En el último número de la Revista Economistas, se incluye un artículo firmado por el FORO DE ECONOMISTAS INMOBILIARIOS con el título “Estrategias post Covid-19 para los sectores inmobiliario y de la construcción”, en el que, literalmente, decimos lo siguiente: En lo que respecta a los hoteles, en tanto el turismo no se recupere, el número de camas existente supera con mucho la demanda. Volver a las cifras de turistas previas a la crisis tardará varios años, y nos acostumbraremos a ver muchos hoteles cerrados de forma permanente o por largas temporadas. Muchos de ellos no volverán a abrir sus puertas. Todos están obligados a adaptar sus instalaciones a la “nueva normalidad”, lo que les exigirá cuantiosas inversiones, difíciles de acometer en la situación económica actual. Una solución pasa por la reconversión a otros usos o destinarlos temporalmente a otras actividades, como ya se ha hecho durante la pandemia, medicalizándolos para alojar pacientes, o utilizarlos como residencias para mayores o estudiantes, incluso para suplir el déficit de vivienda, procurando alojamiento a colectivos que lo necesiten.

El otro gran reto al que se enfrenta el sector hotelero es el de su SOSTENIBILIDAD, bajo el enfoque del desarrollo territorial y urbano sostenible, contribuyendo al progreso desde una triple dimensión: medioambiental, económica y social.

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